La transmisión de VIH entre mujeres que tienen relaciones sexuales con mujeres se ha descrito raramente y hasta ahora ha resultado difícil de demostrar. La posibilidad de transmisión incluye la exposición a secreciones vaginales o sangre menstrual, o exposición a sangre procedente de heridas durante las relaciones sexuales. Otras exposiciones potenciales entre mujeres que mantienen relaciones con mujeres que han de descartarse son uso de drogas por vía parenteral, relaciones heterosexuales, tatuajes, acupuntura, piercings o uso compartido de juguetes sexuales, exposición a fluidos corporales de terceros o recepción de trasplantes o transfusión.
La pareja serodiscordante (una de los miembros seropositivo y el otro seronegativo) mantenía relaciones sexuales orales y vaginales sin protección, compartiendo juguetes sexuales entre ellas pero no con otras personas, y en ocasiones durante sus prácticas sexuales se llegaba a producir sangrado. Además mantenían relaciones no protegidas durante sus respectivas menstruaciones. La mujer recientemente infectada no mantuvo relaciones con nadie más durante los seis meses previos desde que había seroconvertido.
En el estudio filogenético se observó que el virus presentaba un 98% de homología en la secuencia de los genes env, pol y gag, y ambos compartían los siguientes polimorfismos: proteasa (M36I, R41K, y L63T) y transcriptasa inversa (R83K, K122E, I178L, y R211K), por lo que se puede considerar que la transmisión se produjo de una a la otra.
Más detalles sobre la descripción del caso en la revista MMWR (en inglés)
http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm6310a1.htm
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