Como ya hemos mencionado, Chlamydia trachomatis es el agente causal de una de las infecciones bacterianas más frecuentes, responsable de un impacto global muy importante. Se estima que en el mundo hay 500 millones de personas afectadas por tracoma, y más de 6 millones de personas padecen ceguera como consecuencia de esta infección. El tracoma es la causa más frecuente de ceguera evitable en el mundo. Aunque esta enfermedad ha desaparecido en países desarrolladoa a consecuencia de las mejoras en las codiciones sanitarias, sigue siendo frecuente en países en vías de desarrollo. Las infecciones genitales por Chlamydia trachomatis son incluso más frecuentes y pueden presentar complicaciones graves como enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico, infertilidad, y neumonía en niños.
Chlamydia trachomatis es un microorganismo inmóvil intracelular obligado que presenta un ciclo vital caracterizado por dos fases, la forma infecciosa capaz de resistir fuera de las células, conocida como cuerpo elemental, y la forma intracelular que se replica denominada cuerpo reticular. C. trachomatis infecta principalmente a las células epiteliales columnares, aunque pueden infectar muchos otros tipos de células. La infección se produce por contacto sexual y con secreciones, como puede ser la infección perinatal, la autoinoculación ocular mediante las manos, fomites e incluso moscas.
Las infecciones producidas por C. trachomatis se pueden dividir en cuatro categoría clínicas
Tracoma
El tracoma es una infección conocida desde la antigüedad, ya descrita en China en el siglo 27 a. C. y en el antiguo Egipto en el siglo 19 a. C. Se manifiesta como una conjuntivitis folicular con hipertrofia papilar e infiltración inflamatoria. A medida que evoluciona la enfermedad se producen cicatrices conjuntivales y se afecta la cornea, apareciendo pannus (proliferación de vasos sanguíneos en la córnea). Además, a medida que se afecta la cara interna de los párpados, las pestañas se curvan hacia el interior del ojo, causando úlceras en la córnea, cicatrices y ceguera.
Linfogranuloma venéreo
Es una ETS causada por serovariedades concretas de C. trachomatis. Es endémica de África, India, el Sudeste Asiático, Sudamérica y el Caribe, aunque pueden aparecer casos esporádicos en cualquier lugar del mundo. Presenta tres fases diferenciadas:
Fase primaria
La lesión de la fase primaria es una pequeña pápula o úlcera herpetiforme en la mucosa genital o la piel circundante que no causa molestias y puede pasar desapercibida. Aparece entre 3 y 30 días después de la infección, y cura rápidamente sin dejar cicatriz. También puede aparecer inicialmente uretritis, cervicitis o proctitis (inflamación de la uretra, del cuello del útero y del recto, respectivamente).
Fase secundaria
Se produce días o semanas tras la fase primaria y se caracteriza por linfadenopatías (tumefacción, aumento de volumen o inflamación de los ganglios linfáticos) del área afectada y síntomas sistémicos como fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. La inflamación de los ganglios puede diseminarse formando una masa inflamatoria, abscesos, bubones, trayectos fistulosos que drenan pus al exterior. Microscopicamente los ganglios inflamados presentan características granulomatosas.
Fase terciaria
En la fase terciaria se produce una granulomatosis crónica con úlceras en los genitales externos (vulva o escroto y pene), pudiendo producirse elefantiasis genital por la obstrucción del flujo linfático.
Otras infecciones oculogenitales del adulto
Conjuntivitis de inclusión
Se manifiesta como una conjuntivitis folicular aguda con sensación de cuerpo extraño en el ojo. Suele ser unilateral, con enrojecimiento y secreción mucosa que pasa a ser purulenta. Posteriormente pueden aparecer folículos linfoides y pannus.
Infecciones urogenitales
Puede producir uretritis, epididimitis y prostatitis, proctitis y proctocolitis en hombres, y uretritis, cervicitis, endometritis y salpingitis, e infertilidad y embarazo ectópico en mujeres. Desarrollaremos los síntomas de estas infecciones en próximas entradas de este blog. Conviene mencionar además el cuadro de artritis reactiva mediada por una reacción inflamatoria de origen inmunitario.
Infecciones perinatales
En el recién nacido C. trachomatis produce conjuntivitis de inclusión clínicamente similar a la del adulto, adquirida en el canal del parto y neumonía en el recién nacido que puede cursar con o sin conjuntivitis acompañante, y que aparece entre las 4 y 11 semanas después del parto.
¿Sabías que…? En el koala, Chlamydia pecorum causa enfermedades urogenitales e infertilidad y es una de las causas que favorece su extinción junto a la reducción de su habitat y al cambio climático.
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