El origen de la Sífilis continúa siendo controvertido. Hay indicios que apoyan al origen americano de Treponema pallidum, sin embargo los estudios al respeto no han sido concluyentes. Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han desarrollado una técnica para extraer ADN de Treponema pallidum de fragmentos óseos en restos humanos antiguos, concretamente de dos neonatos con síntomas de sífilis congénita, recuperados de un osario de la cripta de La Ermita de la Soledad, en Huelva. Esta cripta fue construida entre los siglo XVI y XVII.
“Creemos que la dificultad de obtener ADN antiguo de la bacteria en adultos se debe al propio desarrollo de la enfermedad en los individuos. Estudios recientes indican que los neonatos son más sensibles al daño óseo en los primeros estadios de la enfermedad, debido a la rápida diseminación en el esqueleto de un gran número de espiroquetas, que después de la muerte habrían dejado su ADN, que se habría preservado por asociación con la hidroxiapatita de los huesos. En casos de adultos afectados por sífilis venérea, el número de bacterias en el hueso van menguando a medida que la enfermedad avanza, lo que hace muy difícil su obtención en los huesos”.
Según los propios investigadores su trabajo supone:
“un gran paso para avanzar en el estudio de los cambios del genoma de T. pallidum y ver cómo pueden haber repercutido en los individuos a lo largo de la historia. Conociendo esto, las inferencias sobre el presente y el futuro de la enfermedad pueden ser muy importantes”
Podéis leer el artículo completo en PLoS One