El actor norteamericano Charlie Sheen ha anunciado que está infectado por el VIH. Según ha declarado en una entrevista en televisión fue diagnosticado hace 4 años tras estar hospitalizado con síntomas inespecíficos. En dicha entrevista el actor ha manifestado que siempre comunicó a sus parejas que tenía la enfermedad y utilizó preservativo en las relaciones después de conocer la noticia, por lo que no cree haber podido infectar a nadie. También ha indicado que llegó a sufrir chantaje por algunas personas, gastado «millones» en mantener en secreto su enfermedad. El actor reconoce que está en tratamiento desde hace 4 años y que su carga viral es indetectable. Esta información entra dentro del terreno del cotilleo y no tiene mayor importancia que la de producirse en relación con un actor famoso de Hollywood. Sin embargo, lo llamativo es el tratamiento que se ha hecho de algunos medios informativos de los rumores previos a las declaraciones de Charlie Sheen. Ayer Europa Press emitió una nota de prensa haciéndose eco del rumor aquí, que ya ha sido retirada y que ya no aparece en la caché de google tampoco. En esta nota aparecían lindezas como:
El actor Charlie Sheen revela que tiene sida. El actor de Terapia de Charlie definitivamente se ha caído con todo el equipo. […] El actor de 50 años se ha acostado con prostitutas, strippers y actrices porno de ambos sexos… No no extraña nada la situación que está viviendo ahora mismo, se lo ha buscado él solito. […] Atención tienen que poner todas esas mujeres que se han acostado con él sin saber lo que había por detrás de una noche de copas con Charlie Sheen.
Adjuntamos una captura de la página que ya ha sido retirada: Actitudes como estas en los medios de comunicación lo único que consiguen es aumentar el estigma de las personas con VIH, fomentando la culpabilidad de los enfermos y legitimando juicios de valor sobre conductas ajenas. Estas prácticas en los medios dificultan el diagnóstico de los infectados del VIH que se enfrentan con miedo no sólo al posible diagnóstico de una enfermedad sin cura sino también a unas consecuencias sociales fatales. Además, en el párrafo que comentamos se hace una advertencia moralista a «las mujeres que se han acostado con Charlie Sheen», eludiendo la indudable responsabilidad que tiene la otra parte de una relación sexual y culpabilizando de nuevo a la persona con VIH que probablemente desconocía su situación. La demora en el diagnóstico de VIH produce más contagios, retrasa el tratamiento aumentando las complicaciones derivadas de la infección y reduce la esperanza de vida de los enfermos. En relación con esta noticia ha aparecido una columna de opinión en el periódico británico The Guardian en la cual Owen Jones, columnista y autor de «Chavs, la demonización de la clase obrera» reflexiona sobre el estigma que aún en la actualidad presentan las personas que viven con VIH y cómo este estigma provoca el diagnóstico tardío y supone una de las principales dificultades para erradicar la infección. Podéis leer la columna en inglés aquí